El juzgado de lo Penal num. 9 de Barcelona condena al acusado como autor de un delito continuado de coacciones por acoso inmobiliario a una arrendataria de renta antigua.
Obstrucción al ejercicio de los derechos inherentes a su condición de arrendataria, tales como omitir la conservación del edificio y sus instalaciones básicas durante años generando el estado de ruina del edificio, tolerar la presencia de “okupas” en el inmueble, dejar de pagar el suministro de agua de la finca y negarse a cobrar el importe de la renta, lo que deriva en una situación de riesgo para salud e integridad física y psíquica de la víctima por ausencia de condiciones mínimas de habitabilidad.
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