
Los ciudadanos y profesionales como procuradores de Barcelona, abogados y graduados sociales sufrimos la precariedad de los juzgados sociales de Barcelona, con hasta más de dos años de retraso en la celebración de juicios sociales. De hecho, aquellos trabajadores de empresas en quiebra que han tenido que acudir al Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) para cobrar indemnizaciones o salarios atrasados pueden tardar hasta cuatro años en recibir las cantidades asignadas debido al colapso de los juzgados sociales; un panorama nada alentador que Barcelona lleva tiempo arrastrando y que, sin duda, se vio acentuado en estos últimos años por la crisis económica y la escalada de conflictos laborales.
Durante los últimos años, el trabajo que desempeñan los abogados profesionales en los juzgados sociales ha aumentado exponencialmente, sin que por ello se hayan reforzado ni los recursos humanos ni los dotacionales, totalmente insuficientes por el momento.
Por citar un ejemplo que sirva para esclarecer los hecho, desde 2005, la plantilla de jueces de los juzgados sociales de Barcelona no se ha visto incrementada, tan solo se han realizado ajustes con el fin de paliar temporalmente el elevado trabajo derivado de la crisis laboral y de los cambios legislativos al respecto.
“A la espera de juicio”, esa seguirá siendo una de las frases más escuchadas en el entorno de los juzgados de aquí a 2019 si la situación no consigue una pronta respuesta por parte de la Administración competente en la materia. Quienes esperan ansiosos la resolución de sus litigios y reconocimiento de derechos lo van a tener difícil si esperan una pronta respuesta por parte de los Juzgados de lo Social.
De hecho, dada la saturación y la merma en las condiciones de trabajo de jueces y magistrados, el pasado mes de diciembre se adoptó la medida de celebrar 20 juicios a la semana con el fin de evitar la aparición de riesgos psicosociales, ya que el aumento de la carga de trabajo durante los últimos años había incrementado paralelamente la jornada laboral del colectivo a una media de 50 horas a la semana.
Actualmente, los juzgados sociales permanentes en Barcelona acumulan la friolera de 34.000 casos pendientes.
Errores de cálculo que agravan la situación:
Desde que los Juzgados de lo Social se trasladasen al nuevo edificio de la Ciudad de la Justicia de Barcelona y Hospitalet de Llobregat, los profesionales del ramo han visto como las instalaciones disponibles para la prestación del servicio diario al ciudadano se han visto gravemente limitadas debido a una pérdida de espacio físico que agrava una realidad ya de por sí complicada.
La falta de salas capaces de absorber la intensa actividad relativa a los problemas laborales empeora una situación protagonizada por la falta de agilidad y problemas relativos a accidentes laborales, seguridad e higiene en el trabajo.
Los asuntos sociales afectan tanto a los ciudadanos de Barcelona como a procuradores de Barcelona, abogados y graduados sociales, que ven en este error de cálculo un acicate para la situación caótica en los Juzgados de lo Social de la Ciudad de la Justicia de Barcelona.
Información patrocinada por Pradera González procuradores de Barcelona